miércoles, 5 de junio de 2013

Milagro que toca nuestras vidas


     Este 9 de Junio sera el cumpleaños numero 6 de mi pequeña Constanza, un encanto de vida, queriendo en estos momentos viajar en mis recuerdos, unos dos meses antes del parto. Era casi medio día y una necesidad por llamar a mi esposa me sobresalto mi corazón, aquel día mi esposa Liliana debía  realizarse una ecografia el método mas seguro para conocer el estado general del embarazo y según las semanas de gestación indica las evaluaciones especificas a realizar.


                            


  Liliana ya tendría unos 7 meses de gestación y le informan que por medio del ecógrafo nuestra pequeña presentaba labio leporino, en aquellos instantes yo estaba llamando desde mi móvil a mi esposa, respondiéndome y sintiendo ella vivamente en sus lagrimas la noticia que minutos antes había recibido del especialista, en aquellos momentos fueron mis hijos mayores,que en aquella época tendrían entre 9 y 12 años,los que la abrazaron al verla llorar, junto a algunas enfermeras que estaban en el lugar.

   Aquella noticia me apretó el corazón, saliendo a abrir heridas del pasado que nos trae la vida, esta vida no libre de dificultades, pero que  tomadas con espíritu sobrenatural. son dadores de Gloria al Creador y medallas de gracia en el Cielo. La noticia nos impacto a todos a mi  familias, amigos y conocidos.

   Ahí comenzamos averiguar de esta patología, los tratamientos a seguir, a que hospital  derivar luego del nacimiento, ya que el parto seria por cesárea en una clínica. A los días ya tenia un manual de mas de 150 paginas de los procedimientos a seguir en los programas de salud del gobierno para tratar a nuestra pequeña, ya la melancolía y la tristeza habían invadido nuestras vidas.
                                     

  Comenzaron a llegar a nuestras vidas los apoyos misticos y de diferentes realidades espirituales o credos religiosos cristianos. Comenzaron cadenas de oración, no solo en mi país, sino que también desde Roma a Tierra Santa, oraciones que siempre son tan necesarias, así poder como familia levantar con dignidad esta nueva cruz, que Dios nos traía  por medio de la naturaleza, en este proceso biológico molecular que es un indiscutible milagro de la vida, que por algún efecto genético la vida de nuestra pequeña venia con una alteración.

   Recuerdo que nos motivaba  reflexionar  que existían  patologías mas severas y agresivas, pero siempre nuestra naturaleza humana ante cualquier laceración que nos toque vivir, responde siempre con antagonismo ante el dolor, es ahí que es imprescindible el apoyo de nuestros cercanos para superar lo que humanamente nos puede superar.

   Aquel día del parto, estaba temprano en la clínica, viendo los últimos detalles antes de la cesárea y los procedimientos a seguir. Ya estaba vestido con aquel traje verde de papel, lavándome las manos junto a un medico que asistiría al ginecólogo que trataría a mi esposa, ya estábamos en el quirófano, llegando  otros especialistas y enfermeras para ayudar a recibir a nuestra pequeña.
                 
  Comenzaba el procedimiento, yo temblando y nervioso, mi señora con la misma ansiedad que impedía que le tomara la anestesia, ahí el anestesista viendo que poder hacer, luego de varios minutos comenzó la operación, ahí los dos médicos luego de abrir el vientre con el bisturí ,comenzaron los procedimientos para sacar a nuestra pequeña, luego de unos minutos es sacada por los médicos, la recibe la enfermera que le da los primeros auxilios a una bebe recién nacida, poniéndola  boca abajo para que elimine algunos fluidos que tenia en su boca, al instante surge el llanto, luego la acercan a mi esposa, la sorpresa de todos y los médicos: ¡ Viene sin labio leporino !.



 
                                                                                                                                                              Aun recuerdo tomarla en mis brazos y dar las gracias a Dios con una oración por la salud
de nuestra hija y en los mismos instantes mi pequeña abre sus pequeños ojos y mira a los míos, con mi esposa emocionados no nos cansábamos de mirarla, solo existía entre su nariz y labio una marquita como un toque de un dedo, que mi esposa lo llamo un toque de Dios. 

                                         







                                                                                                                                                           
   La vida muchas veces nos trae sorpresas, sorpresas tristes y alegres, como también
milagros, estos últimos frutos de la Generosidad de Dios. .Este domingo 9 de Junio daremos gracias a Dios por el don de la vida en el cumpleaños numero de 6 de mi Hija Constanza Mariana. Como también dar gracias por la Generosidad de Dios que quiso amorosamente intervenir en nuestras vidas, Haciéndose parte en la gran aventura de nuestra Familia, quizá no libre de dificultades en los diferentes ámbitos de la Vida, pero dándonos a entender que Dios es parte de nuestras vidas

No hay comentarios:

Publicar un comentario