Ayer por la noche con mi hija Sofía , encaminamos a Ignacio, mi hijo mayor, a casa de mis suegros que queda a unas cuadras de nuestro hogar. De regreso nos fijamos en las estrellas del firmamento, era una noche con un clima tibio, el espacio con millones de estrellas, y me preguntaba cuantas personas esta noche no miraran el cosmos perdiendo lo emotivo y hermoso de la creación.
Mirar el Cielo es como la vida misma en nuestra relación con Dios. Dios esta en cada día y cada noche de nuestras vidas.... , solo debemos levantar la mirada y darnos cuenta que El esta ahi como las estrellas en la noche, en que millones de ellas brillan y su luz nos cautiva, teniendo en cuenta que aquel resplandor fue quizás hace millones de años luz de nuestras vidas, dándonos cuenta de la inmensidad del universo, de lo infinito de la creación . Así es Dios en nuestras vidas, antes de la creación, Dios esperaba por nosotros, como en la luminosidad de las estrellas que percibimos en que su génesis sucedió hace cientos, miles o millones de años luz de nuestras existencias.
Que fácil nos resultaría la vida sentir a Dios diariamente en nuestras vidas, tanto en los días como en las noches, pedirle a Dios por todas nuestras necesidades, para que cada momento tengamos una vida llena de esperanzas y con ánimos de alegría aun cuando el vendaval nos azote con sus dolencias, pues Dios es un Dios de millones de estrellas que iluminan nuestras vidas, millones de bendiciones que nos pertenecen por derecho Divino.
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