Cuando habla el corazón

                                                                              
Ya tarde por la noche , encontrándome viendo vídeos en youtube, aquellos vídeos que nos hacen viajar en el tiempo recordando aquellos momentos de nuestras vidas que han sido felices o sollozos, momentos propios o de quienes nos rodearon en nuestra niñez, instantes de amigos, épocas familiares donde la palabra amor tomaron diferentes aristas, dejando en nosotros distintas formas de percibir y entregar el cariño y el amor a quienes forman parte de nuestras vidas.
                                       

   Todos aquellos paradigmas que dictan a nuestros corazones el modo de abrir y cerrar nuestros sentimientos, en cada relación que hemos llevado, desde aquel primer beso a principios de nuestra adolescencia, hasta el beso en el día de nuestro matrimonio, como también para muchos aquellos besos furtivos de un vinculo fuera de un noviazgo o matrimonio estable, estos últimos quizás mas dolorosos por las consecuencias de la mentira de una doble vida, lastimando a aquellos seres queridos, al lacerar sus sentimientos, producto de nuestra naturaleza caída, donde nuestras pasiones desordenadas superan la rectitud de los sentimientos propios y paralelos.

   Siempre e considerado que aun en la relación mas madura existirán quiebres por diferentes motivos inherentes o ajenos, por que humanamente y constantemente encontraremos situaciones que nos superaran apretando nuestros corazones, llenándonos quizás de muchas murallas que escondan el amor que cultivamos con tanto entusiasmo y convicción.

                                         

   Pero siempre podremos encontrar un puerta o una ventana antes de sucumbir a un destrozo total de algún noviazgo, pololeo o una vida en pareja. Y como podría ser esto , cuando sientas que la relación va cuesta arriba busca los lugares que te encontraron por primera vez con tu pareja, escuchen las canciones que por primera vez suspiraron  juntos, vuelve a ver aquella película que los hizo besarse por primera vez , o compartir aquella comida que disfrutaron por primera vez juntos. Recordemos que  para ser felices hay que compartir nuestras alegrías, mi alegría con la alegría de quien quiero, lo que me gusta con lo que le gusta de la persona que quiero compartir mi vida. Buscando una constante donación, así es el verdadero amor una donación de nosotros por los demás.

    Deja sentir en tu alma la mirada del corazón de aquella persona que daría la vida por ti, porque para aquella persona tu eres la razón de existir.